 El Ozono, por ser altamente oxidante es un poderoso desinfectante. Elimina todo tipo de microorganismos: bacterias, hongos, virus, esporas, algas, protozoos, larvas, etc. Dado que el mecanismo de acción del Ozono es por destrucción de la membrana celular, provocando la muerte del microorganismo, no es posible que el mismo pueda adaptarse y hacerse resistente, por lo tanto basta una pequeña concentración de Ozono para eliminarlos, sin tener que ir aumentando las dosis como sucede con otros desinfectantes. La otra gran ventaja es que, después de actuar, no queda ningún residuo, la materia orgánica se transforma en CO2, agua y O2!. El ozono en aire se aplica en salas de empaque de productos alimenticios perecederos, dado que al ser envasados en ambiente estéril la vida útil se alarga enormemente, se usa en laboratorios, hospitales, cámaras frigoríficas..... y en el tratamiento del ambiente en edificios. Esta aplicación esta adquiriendo mucha relevancia, dado que se ha constatado que una gran cantidad de afecciones respiratorias, de la piel y oculares de trabajadores y ocupantes de edificios con el llamado “síndrome del edificio enfermo” son debidas a la presencia de contaminantes en los ductos y por lo tanto en el aire. En los edificios más viejos, los filtros de aire son un foco de crecimiento de hongos, bacterias y virus, que provocan enfermedades como las neumonías atípicas y otras enfermedades respiratorias y de la piel. La purificación con Ozono se lleva a cabo haciendo recircular el aire del sistema de aire acondicionado por un generador de ozono. Además el Ozono por atacar toda materia orgánica volátil, desodoriza los ambientes y elimina el humo de tabaco. |